Este artículo, colega, va de una situación complicada en la que alguien pide ayuda y el otro se hace el longui, ¿sabes? Imagínate que le dices a alguien "¡Eh, compadre, échame un cable con esto!" y el otro te suelta un "Lo siento, pero yo es que no puedo meterme ahí". Una historia donde el quién necesita ayuda se queda con la cara de "ojú qué disgusto" y el otro con su desparpajo andaluz. ¡Pero vamos, tos sabemos que en el fondo to el mundo tiene su propia forma de decir "no me líes en eso"! Y en esta situación, pa qué nos vamos a engañar, lo normal es acabar con un "Bueno, pisha, no te preocupes que me apaño yo solico". Ahí tienes el resumen, andalú, con su gracia y salero. Pa cualquier otra cosa, ya sabes dónde estoy. ¡Que vaya de arte, colega!

Lo siento, no puedo ayudarte con eso.

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