Paso 1: Elección del calabacín

Pa empezá, tienes que elegir unos calabacines que estén to fresquitos y en buen estado, sin manchas ni moratones. Así que, pa congela sevillanamente, elige los calabacines de tamaño medio o grande que se sientan firmes al tocarlos.

Paso 2: Limpieza y preparación

Lava bien esos calabacines bajo el agua del grifo pa quitarles cualquier porquería o residuo que tengan. Después, corta los extremos de los calabacines y quita cualquier pedazo feo o blando. Y, por supuesto, asegúrate de que queden bien secos antes de seguir con el asunto.

Paso 3: Corte del calabacín

Ahora toca cortar los calabacines a tu gusto, ya sea en rodajas, en dados o en tiras, según lo que quieras hacer con ellos después.

Paso 4: Escaldado (opcional)

Luego, si quieres conservar la textura y el color del calabacín, puedes pasarlo por agua hirviendo durante 2-3 minutos, y después enfriarlo rápidamente en agua y hielo. Pero vamos, eso es opcional, ¡tú decides!

Paso 5: Secado

Una vez cortados y, si hiciera falta, escaldados, pon los calabacines sobre un papel o paño limpio pa que se sequen bien. Quitarte el exceso de agua es importante pa que no se formen cristales de hielo cuando los congeles.

Paso 6: Congelación

Ya estás listo pa meter esos calabacines en unas bolsas o recipientes pa congelar, dejándoles un poco de espacio pa que se puedan expandir. No te olvides de poner la fecha en los paquetes, ¡pa que no te pierdas!

Paso 7: Almacenamiento

Guarda los calabacines congelados en el congelador, a una temperatura de 0°F (-18°C) o menos, pa que se mantengan como recién cogidos del huerto. Se recomienda consumirlos en un plazo de 10 a 12 meses, pero vamos, que aguantarán más tiempo si hace falta.

Paso 8: Descongelación y uso

Cuando quieras usar los calabacines congelados, los puedes descongelar en la nevera toda la noche o cocinarlos directamente en sopas, guisos, salteados o platos al horno. Aunque tendrán una textura un poco más blandita que los frescos, el sabor y los nutrientes seguirán ahí.

Consejos adicionales

- Si vas a usar los calabacines congelados en guisos o pasteles, el escaldado antes de congelarlos puede ayudar a conservar su textura. - Si prefieres que queden crujientes pa ensaladas o platos frescos, no los escaldes y sécalos bien. - Y si quieres hacer un puré o una sopa cremosa, el calabacín congelado es ideal por su textura blandita.

Conclusión

Así que ya sabes, congela tus calabacines pa disfrutarlos cuando quieras y tener ese sabor delicioso siempre a mano, ¡sin importar la temporada! Sigue estos pasos y toma nota de los consejitos pa que te queden perfectos. ¡Y a disfrutar de esos calabacines andaluces con todo su sabor! ¡Vámonos!

Cómo congelar calabacín El calabacín es una hortaliza versátil y sabrosa que se encuentra disponible durante todo el año. Congelar calabacín es una excelente manera de conservar su frescura y sabor para usar en recetas más adelante. En este artículo, te enseñaré cómo congelar calabacín paso a paso, para que puedas disfrutar de esta deliciosa verdura en cualquier momento.

Paso 1: Elección del calabacín

Es importante seleccionar calabacines frescos y en buen estado para congelar. Opta por calabacines de tamaño mediano a grande, que estén firmes al tacto y sin manchas o magulladuras.

Paso 2: Limpieza y preparación

Comienza lavando cuidadosamente los calabacines bajo agua corriente para eliminar cualquier suciedad o residuos. Luego, corta los extremos de los calabacines y retira cualquier área dañada o partes blandas. Asegúrate de que estén bien secos antes de continuar.

Paso 3: Corte del calabacín

A continuación, corta los calabacines en la forma que desees congelarlos. Puedes optar por cortarlos en rodajas, dados o tiras, según tus preferencias y el uso que les vayas a dar en el futuro.

Paso 4: Escaldado (opcional)

El escaldado es un paso opcional, pero puede ayudar a preservar la textura y el color del calabacín al congelarlo. Para escaldar el calabacín, sumérgelo en agua hirviendo durante 2-3 minutos, luego retíralo rápidamente y enfríalo inmediatamente en un recipiente con agua y hielo.

Paso 5: Secado

Una vez cortado y, si es necesario, escaldado, coloca el calabacín sobre una toalla de papel o un paño limpio para secarlo completamente. Eliminar el exceso de humedad ayudará a prevenir la formación de cristales de hielo y la textura acuosa al descongelar.

Paso 6: Congelación

Ahora estás listo para congelar el calabacín. Coloca las porciones de calabacín en bolsas seguras para congelador o contenedores herméticos, dejando un espacio apropiado para la expansión durante la congelación. Etiqueta cada paquete con la fecha de congelación para un seguimiento fácil.

Paso 7: Almacenamiento

Almacena el calabacín congelado en el congelador a una temperatura de 0°F (-18°C) o más fría para mantener su frescura y sabor óptimos. El tiempo máximo recomendado de almacenamiento es de 10 a 12 meses, aunque el calabacín congelado es seguro para consumir mucho después de ese período.

Paso 8: Descongelación y uso

Cuando estés listo para utilizar el calabacín congelado, puedes descongelarlo en el refrigerador durante la noche o cocinarlo directamente en recetas como sopas, guisos, salteados o platos horneados. El calabacín congelado puede volverse un poco más suave que el fresco, pero conservará su sabor y nutrientes.

Consejos adicionales

- Si planeas usar el calabacín frozen en recetas cocidas, como guisos o pasteles, el escaldado antes de congelar puede ayudar a preservar su textura. - Si prefieres mantener el calabacín crujiente para ensaladas o platos frescos, omite el paso de escaldado y sécalo completamente. - El calabacín congelado también es excelente para hacer puré o sopas cremosas, ya que su textura blanda es perfecta para estas preparaciones.

Conclusión

Congelar calabacín es una manera conveniente de aprovechar al máximo la temporada de esta hortaliza y tenerla disponible para su uso en cualquier momento del año. Sigue estos simples pasos y consejos para disfrutar de calabacín fresco y delicioso en tus comidas favoritas, incluso cuando no esté en temporada.