¡Claro que sí, hombre! Pues verás, ese artículo dice que hay situaciones en las que no se puede echar una mano, aunque nos duela en el alma. Es como cuando quieres ir de tapeo pero no hay dinero en la cartera. ¡Ay madre del amor hermoso! A veces hay que decir "no puedo ser tu salvavidas en este maremoto". Es como cuando quieres pedirle al cielo que te traiga un amorío de película, pero te quedas viendo pasar las nubes. ¡Ahí es na'! A veces hay que reconocer que no todo se puede. ¡Vaya faena, pero es lo que hay!

Lo siento, pero no puedo ayudarte con eso.

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